domingo, 26 de febrero de 2017

El ángel de la inspiración: Florence Foster Jenkins


Asumámoslo: algunas de las cosas que más nos gusta hacer no nos darán nunca de comer. Ni falta que hace. La pena es que esa necesidad de sacar un rendimiento económico de todo lo que hacemos, o de tener que ser los mejores (como si alguien pudiera ser “el mejor” en algo), nos lleva muchas veces a dejar de hacer aquellas cosas por las que puede que no seamos recordados en el futuro, pero que nos hacen felices en el presente.

Florence Foster Jenkins tenía un sueño, y lo hizo realidad. Su sueño era ser cantante de ópera. Y lo fue, en efecto, durante 30 años. Actuó en uno de los mayores templos de la música: El Carnegie Hall. Y grabó 5 discos que hoy son objetos de culto para los coleccionistas.  Lo hizo, eso sí, ganándose el dudoso honor de ser recordada como “la peor cantante de ópera de la historia”.

domingo, 5 de febrero de 2017

1984: Cartas desde un futuro pasado

"Quien controla el pasado controla el futuro. Quien controla el presente controla el pasado".
"Su abrazo había sido una batalla, el clímax una victoria. Era un golpe contra el Partido. Era un acto político".
"La guerra es la paz, la libertad es la esclavitud, la ignorancia es la fuerza".

1984 es uno de mis libros favoritos, todo un clásico del siglo XX y, aunque a veces los clásicos nos intimiden, no han llegado a ese estatus por casualidad, sino por su capacidad de mantenerse en plena vigencia, de no envejecer.

Se trata de una de una de las tres distopías (novelas que describen un futuro nada halagüeño) más famosas jamás escritas. Las otras dos suelen ser por consenso popular Un mundo feliz, de Aldous Huxley y Fahrenheit 451 de Ray Bradbury. Aunque es interesante compararlas, lo cierto es que las tres son muy distintas, en especial la de Orwell comparada con la de Huxley.